Conmemoración del aniversario de la Casa San José en Bolivia
El 1 de mayo, día de San José Obrero, es una fiesta muy señalada para Casa San José en Cochabamba, Bolivia: marca nuestro aniversario. Hace catorce años que abrimos las puertas para acoger a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, especialmente en riesgo de calle y en calle, para que vivan dignamente mientras se trabaja con la familia de origen para que la reintegración familiar del joven sea exitosa, y no se repita la desprotección.
En Bolivia hay cerca de 2.200 niños y adolescentes que viven en la calle, más de 1.000 viven en cárceles acompañando a sus padres, que cumplen algún tipo de sentencia penal, y otros cientos son víctimas de la violencia sexual comercial, la trata y el tráfico.
Para conmemorar el 14º aniversario de la Casa, el pasado día 1 de mayo Monseñor Tito Solari (arzobispo emérito de Cochabamba) nos acompañó y celebramos la eucaristía con los 24 niños y adolescentes que están actualmente en Casa San José. Fue una celebración muy hermosa, cálida y alegre. Monseñor repitió varias veces a los niños acogidos que a Dios lo que más le gusta es que los niños siempre sonrían y estén alegres. «Sean niños sonrientes, transmisores de luz, para que iluminen siempre el mundo, pues Dios los tiene en su corazón y los ama mucho», les dijo.
En Bolivia hay cerca de 2.200 niños y adolescentes que viven en la calle, más de 1.000 viven en cárceles acompañando a sus padres, que cumplen algún tipo de sentencia penal, y otros cientos son víctimas de la violencia sexual comercial, la trata y el tráfico.
Para conmemorar el 14º aniversario de la Casa, el pasado día 1 de mayo Monseñor Tito Solari (arzobispo emérito de Cochabamba) nos acompañó y celebramos la eucaristía con los 24 niños y adolescentes que están actualmente en Casa San José. Fue una celebración muy hermosa, cálida y alegre. Monseñor repitió varias veces a los niños acogidos que a Dios lo que más le gusta es que los niños siempre sonrían y estén alegres. «Sean niños sonrientes, transmisores de luz, para que iluminen siempre el mundo, pues Dios los tiene en su corazón y los ama mucho», les dijo.